Casi no hay día en que Shakira no produzca una noticia. La colombiana más conocida del mundo, que acaba de cumplir la edad de Cristo, se las ingenia ya no sólo para tener un lugar habitual en las páginas de espectáculos, sino que comienza a saltar cada vez más seguido a las secciones de internacionales y política.
¿Shakira, presidenta? De su país, todavía no, y quizá nunca se lo proponga, pero ya lo es de una potente fundación social que construyó cinco escuelas y que se ocupa de la educación y la nutrición de más de cinco mil chicos, que lleva el nombre de uno de sus hits musicales ( Pies descalzos ). La misma que tiene una réplica norteamericana que ahora se ha comprometido a construir una escuela en Haití. También es embajadora mundial para Unicef y, desde el mes pasado, lo es de 1Goal, otra campaña internacional para asegurar que cada niño tenga derecho a la educación, motorizada por la reina Rania de Jordania y respaldada por la FIFA.
Así como en algún momento se hablaba del don de ubicuidad de Michael Jackson (y la leyenda insistía en que había varios clones que lo representaban), por momentos daría la sensación de que hay más de una Shakira.
Desde que, antes de mediados del año pasado arrancó la fallida campaña de intriga para lanzar Loba (a los diez minutos todo el mundo sabía que se trataba de ella), su último hipermarketineado disco en sucesivos capítulos aún en curso (singles, videos, versiones en inglés y en castellano, etcétera), Shakira, en paralelo, ha venido intensificando su presencia en otras altísimas órbitas, filantrópicas, políticas y económicas.
She Wolf/Loba ya lleva vendidos más de un millón de copias en el mundo y hace unos días se conoció el videoclip de "Gitana", otro de los temas, donde aparece acompañada por el tenista top Rafael Nadal, que integrará la versión completa de ese álbum, que saldrá a la venta el 22 de este mes.
Sus contoneos y vibratos facturan millones, y se multiplican en radios y canales musicales. Esa es la Shakira de la que sus fans no dejan de parlotear en Internet y cliquean sin parar sobre sus últimos e insinuantes videos.
También hay otra Shakira que no hace vibrar sus cuerdas vocales ni su cadera, pero que igual empieza a entusiasmar a otros públicos inesperados que ya la ven con buenos ojos aun cuando no conozcan mucho de sus discos ni se les mueva un pelo por sus sensuales corcoveos tan afectadamente enfatizados en su último trabajo.
Hacia fines de 2009, este periodista comenzó a recibir insistentemente desde distintas procedencias y remitentes nada ligados al mundo musical un video en el que, en una primera impresión, uno podría pensar que se trataba de una hermana gemela de Shakira, vestida muy sobriamente, que se dirige en tono casi académico, sin leer y en fluido inglés, a los estudiantes de la Universidad de Oxford el 6 de diciembre último. Su discurso es sumamente potente. Pero no: es la misma que parece parodiarse en un clip en el que jadea, enfundada en una malla color carne, dentro de una jaula. Aquí, en cambio luce un vestido de suave color rosa y un saquito negro. Nada loba, despide un atractivo candor femenino que no le impide expresarse con gran destreza política.
En ese discurso previno que no habría "canciones ni sacudidas de cadera", y lo más desafiante que dijo fue esto: "Quiero que la juventud del año 2060 vea que nuestra misión por la paz global consistió en enviar 30.000 educadores a Afganistán, y no 30.000 soldados, y que en 2010 la educación universal será un tema más importante que el dominio mundial".
No obstante que parecía apuntar al belicismo norteamericano, el último 22 de febrero estuvo en la Casa Blanca confraternizando con el presidente Barack Obama para hablar de la educación temprana en la comunidad hispana de ese país y sus respectivos equipos quedaron en reunirse para avanzar en este tema. Ese mismo día, Shakira, en representación de la organización de la que también es fundadora junto con otros artistas (América Latina en Acción Solidaria, ALAS), había firmado juntamente con el presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, un acuerdo para que esa institución financie en los dos próximos años este tipo de planes con más de 300 millones de dólares.
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¿Quiénes integran el "estado mayor" de Shakira?
Contesta Aíto de la Rúa, el virtual cuñado de la estrella, desde la base de operaciones de Nueva York: "Somos dos managers para todo el mundo (una mujer y yo) quienes llevamos absolutamente todos los temas que rodean una carrera como la de ella (discos, tour mundial, contratos, sponsors, grabaciones, licencias, comunicación, promoción, perfumes, digital, TV, etcétera). Antonio, además de atender sus negocios por fuera de la música, también está en la estrategia global. Y hay abogados y business managers que nos ayudan con todo. Por último, hay un equipo de gente joven aquí, en Nueva York, en áreas de digital, research , comunicación, finanzas y nuevos negocios. Y, por supuesto, Sony Music, el sello discográfico que hace una tarea clave en todos los países del mundo, y las marcas y medios que nos acompañan en el ciclo. Viajamos mucho por todos lados, de Los Angeles a Madrid, y aquí estamos justo en el centro".
A todas partes donde va, Shakira machaca siempre sobre una misma obsesión que, puesta sólo en boca de tecnócratas y funcionarios estatales, no tendría el mismo impacto: la urgente e imperiosa necesidad de que el acceso a la educación sea universal, como la manera más eficaz, directa y justa para erradicar la miseria, promover el crecimiento económico y poner contra la pared la inseguridad.
"Ella vive en las Bahamas -explica Aíto- porque allí encuentra paz y tranquilidad, además de tener su estudio, donde graba muchos de sus discos, aunque pasa más tiempo de viaje que en su hogar, como todos nosotros."
Negocios y publicitada filantropía, sabiamente entremezclados, pueden resultar muy convenientes cuando hay buena fe. Si Shakira aplica la misma lucidez, sentido práctico y habilidad que tiene para manejar sus negocios a causas mayores de la humanidad, no será poco lo que pueda lograr.
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