Shakira en Viña del Mar
"....Shakira en el escenario transita por todas las facetas de su ser. Y sube, y escucha los gritos de la multitud, y en sus canciones recoge, intensamente, los pasos de su vida reciente. Seduce con el reggae, con el movimiento de su cintura, con los gestos golosos de su rostro. Visita sus viejos gustos rockeros. Salude su pelo negro como poesída por Janis Joplin. Se detiene. Acaricia las palabras de su Antología, recuerda a alguien que quiso y a quien le agradece con música momentos felices, ilusiones, uno que otro beso. Endemoniada, toca su pequeña armónica y de repente vuelve a ser niña. Llora. Sus lagrimas se ven en las dos grandes pantallas que custodian el escenario y que escudriñan sus gestos para quienes están lejos de ella.
La gente de Viña del Mar, la misma que hace cuatro años la vio vomo una tímida concursante, reafirma su complicidad con la pequeña y dulce barranquillera y canta con ella hasta el delirio. El público de Viña del Mar, según los entendidos uno de los más exigentes del mundo, le pide - después de 45 minutos de rock - que regrese al escenario para que cante la canción de adolescente que todos, viejos y jóvenes, se saben. ¿Donde estás corazón? Ayer te busqué.... Al fin y al cabo ella sabe que lo elemental, que lo cotidiano, que las andanzas inocentes del corazón son comunes a todos. Por eso escribe sobre esas cosas simples que, al fin y al cabo, son las que hacen la vida. Shakira ternima su show y regresa al camerino."
[Alvaro García - Cromos - No.4.126/Febrero 24, 1997]
"Shakira seduce con el movimiento de su cintura, con los gestos golosos de su rostro. Visita sus viejos gustos rockeros. Sacude su pelo negro como poseída por Janis Joplin."
Mayo 17, 1997
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